Oculto
en Aranjuez,
Sereira
resulta ser
Junto a
Juan lo acepta todo como un juego, pero los inquietantes enredos a que Eugène lo lleva complican su existencia y su propia persona.
Implicado sin
quererlo, se
desliza por un
torbellino de
intereses
ancestrales que
entiende a medias
y acaban por mutar
su cínico punto de
vista de la vida,
viéndose mezclado
en situaciones
personalmente
dolorosas, que
incluyen también a
Mila y su novio
Un accidente imprevisto en los cálculos del Doctor, causado por fuerzas desconocidas, trunca sus aventuras, su juego, colocándoles en una situación de apariencia irreversible.
La crudeza de la situación, el cariz siniestro que toma lo que parecía un juego, siembra la duda en cada componente del equipo, responsables del funesto desenlace, y la sociedad amenaza con disolverse, para que cada cual torne a sus intereses particulares.
Los de Juan
afloran con la
visita de
Pero, aunque no conoce los motivos, un correo de Eugène reactiva su búsqueda insensata.
Todo se resuelve en una fuente de Aranjuez, en la mano de la diosa.
∞