¿Se
llegaría a publicar?
Debiera volver a intentar
localizar la editorial.
Ahora podría ser
importante.
Eugène
sólo da su punto de vista.
Y su mente en general es
fría; en raras ocasiones se permite dejarse llevar por los
sentimientos.
Me gustaría conocer
el punto de vista de Juan.
La verdad es que cuando
llegó el correo yo me apresuré en exceso.
Los estudios, la beca, me
obsesionaban más que ahora, que sé algunas cosas
que podrían intervenir en mi futuro…
¿O hice bien?
Quizá es ahora
cuando estoy actuando como una estúpida desquiciada.
Me gustaría tener
ayuda. El diario de Eugéne no hace más que
ampliar mis dudas.
¿Debería
ponerme en contacto con Fulcanelli?
No me agrada la idea
–no me agrada él, me da miedo-.
Sería
fácil decirle a Juan, el otro Juan, ahora se mezclan en mi
mente, que le buscara para tener una cita.
Sólo que encuentro a
Juan tan insulso…
Parece obedecer
órdenes, con su sonrisa estúpida.
Estoy segura de que también obedecería las
mías.
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