El cartero siempre llama dos veces

XV

Me gusta que tu miel se desparrame,
como un volcán en erupción e inunde,
mi vientre entero, que el amor abunde,
que me sepas amar y que yo te ame.

Me gusta cuando el deseo te llame,
sentir como tu cuerpo estalla y funde,
que comer de tu cetro harta y cunde,
quiero que dentro de mi se derrame.

Que el fuego en un gran orgasmo culmine,
que ardamos al contacto de sus llamas,
y que cada vez mas nos encendamos.

Que mi destino junto a ti camine,
que mi cuerpo te gusta y que lo amas,
que... del sexo al unísono gozamos.

Itziar - Gominola. Domingo 9 de mayo de 2010.

Vivo en un lugar que es joven , que es viejo,
en una tierra verde donde crecen,
ansias de libertad nos pertenecen
y los mares del cielo son espejos.

Ante mis ojos juguetea tu sombra,
me vuelvo y veo tu caliente sonrisa,
también te siento entre la tenue brisa,
que en mi recuerdo pervive y te nombra.

Puedes hacer conmigo lo que quieras,
dejarme con un soneto en la boca,
decirme que me sientes, dulce o loca
tiempo ha, que soy tuya y ni te enteras.

¡Ay! si fuera verdad lo que me dices,
eso que beso a beso me insinúas,
penetran tus poemas como púas,
que el alma me llenan de cicatrices.

Cuando me siento amor... así desnuda,
con mi lengua perdida en tu entrepierna,
mis pechos aplastados en tus piernas
 me pierdo entre tu vientre y tu cintura.

A estar pegada a ti, me he acostumbrado,
espíritu libre, mariposa andante,
soy  tu destino, el vicio y el pecado,
aunque me quede poca vida para darte.

Itziar - Gominola. Sábado 15 de mayo de 2010.

Levantas los ojos... estás inquieto,
parece que buscaras una estrella,
esa que resplandece la más bella,
porque quieres escribirme un soneto.

Sabes que conquistarme es un reto,
que yo te inspiro más que cien estrellas,
y rebuscas por tu cuerpo mis huellas,
y hallas en tu ombligo un bello boceto.

Ante mis preguntas bajas la vista
y abrazas mi cintura emocionado,
delata este rubor en mis mejillas.

Yo te miro y te doy alguna pista,
mientras que tu entrepierna voy palpando,
te muestro mi deseo de rodillas.

Itziar - Gominola. Domingo 16 de mayo de 2010.

No te das cuenta de cómo suspiro,
por tenerte a mi lado, aquí conmigo
por quitar de tu camino los abrojos
por darte hasta la niña de mis ojos.

Que son del corazón un mar profundo,
anda siempre buscando quien le mime,
no puede resistir si se deprime,
y entre la soledad busca tu mundo.

Mirarte a los ojos es ver la gloria,
la luz de Venus en el firmamento,
es contemplarte ver mi pensamiento,
anclada tu mirada en mi memoria.

Sabes como me pego a tu cintura,
como prende a la rosa su rocío
háblame de tus ansias que confío,
que te encante mi cuerpo y su locura.

La noche justifica tu presencia,
en la transparencia de tu mirada fiel.
mi cuerpo se lleva el sabor de tu piel
y en tu deseo pierdo la inocencia.

Un amor que nos llena de satisfacción,
de ser amados, no importan distancias,
se goza aspirando ricas fragancias,
cuando miramos la misma dirección.

Quiero de tus hierros ser prisionera
 sin más cadenas y sin más ultraje,
escribirte versos sin más encajes,
versos que digan siempre... que te quiero.

Itziar - Gominola. Viernes 21 de mayo de 2010.

 Inventamos nuestro propio lenguaje,
un idioma secreto y exclusivo,
escondido cual gorrión fugitivo,
que asustado se esconde en el follaje.

Lenguaje mudo como el camuflaje
disimulando el verso transitivo,
con caricias... divino paliativo,
se expresan nuestros cuerpos sin chantaje.

Un don a los poetas se nos ofrece,
nuestro lenguaje, amor, no necesita
de palabras; se siente, se adivina.

Amor silente que crece y crece,
cual flor perenne que nunca marchita,
como la simiente en tierra... germina.

Itziar - Gominola. Domingo 23 de mayo de 2010.

Aún tintineaban mis pupilas,
y yo saboreando el rico vino,
como  espuma de un sueño repentino,
colmenar,  mi copa donde te exilias.

El dulce rincón donde te deslizas,
donde este poema se divierte,
donde tu barco juega con la muerte,
tu amor en cada verso exteriorizas.

Este amor que defiendes como un loco,
es un amor que gime desquiciado,
desde que te conozco no he parado,
de sentir, de gozar y tú tampoco.

Algo hay que envuelve mi pensamiento,
tu imagen que se plasma y perdura,
es tu cuerpo como un panal de dulzura
alborota mis oscuros pensamientos.

Inventamos nuestro propio lenguaje,
que es cómplice, secreto y exclusivo,
oculto, como un gorrión fugitivo,
que asustado se esconde entre el follaje.

Eres agua que se extrae de la noria,
el tema de mis versos encendidos,
besos que te llegan enternecidos,
en mi vida eres parte de mi historia.

Cual aura que persigue mil quimeras,
de tu estela sigo la trayectoria,
te grabo como a fuego en mi memoria,
y me pierdo en tu cuerpo... a todas horas.

Itziar - Gominola. Viernes 28 de mayo de 2010.

Aunque ausente de ti, yo encuentro el modo,
de hacer realidad mis ilusiones,
el amor junto a ti, codo con codo
y obtengo de tu amor mil vibraciones.

Este amor que sentimos es un río,
me arrastra hacia tu cuerpo fatalmente,
agradezco al destino y no porfío,
si dentro de mí, siento tu torrente.

Son mordiscos que siento por la ausencia,
voy hacia ti, como el beodo  al vino,
y me emborracho de ti, impunemente,

Me hallas rendida a tu confluencia,
que desahoga en tu copa mi  desatino,
en el vértigo cruel de tu vertiente...

Itziar - Gominola. Domingo, 30 de mayo de 2010.

Náufraga soy en tu piélago profundo,
Ondina entre oleadas de placer,
lengua inquieta que te llevará sin rumbo,
hasta mi manantial de mujer.

Me gusta ser el mar de tu marea,
el brillo de tu estrella fluorescente,
el verso que compongo de repente,
el beso que en tus labios se recrea.

Tenuemente tu voz llega a mis oídos,
leo un "te quiero" en el mover de tu boca,
ese convencimiento pasión me provoca,
y comienza la melodía de los gemidos.

Hay un dulce aroma que brota,
de nuestra piel llena de sudor,
es olor a deseo que gota a gota,
nos pide que raudos hagamos el amor.

Estás metido en mi, los dos estamos,
se juntan los vientres y las cinturas,
cual jacas que galopan espesuras,
hasta llegar al cielo del orgasmo.

Itziar - Gominola. Sábado, 19 de junio de 2010.

Abro ventanas que en la noche cierro,
si te veo desarropado y frío,
te miro de pie como desde un cerro,
mientras tu duermes lo mismo que un crío.

Llevo en mi pupila aún los recuerdos,
que solamente conocen los espejos,
la almohada que cree que no estamos cuerdos,
y un gato pirata que mira de lejos.

El sol de la mañana ya penetra,
tímidamente me acerco y te beso,
te hablo al oído con susurro ardiente,

De amor y cariño te escribo algún verso,
que te habla de sueños, con torpe letra,
y te hace reír de nuevo impaciente.

Itziar - Gominola. Domingo 20 de junio de 2010.